¡Cuánto ganas tenia que llega la boda de Ángela & Paco!
No solo por la belleza del lugar, sino porque sabía que estaba a punto de capturar la historia de una pareja increíble y con gran corazón.
Me encantan estos reportajes con parejas tan auténticas y generosas, donde desde el primer momento se crea una conexión especial y una confianza que hace que cada instante fluya de manera natural y espontánea.
Pero, como suele suceder en las bodas, a veces surgen imprevistos, y en esta ocasión, uno de ellos ocurrió durante la planificación de los preparativos.
Después de la contratación, Ángela me mandó un mensaje contándome que, lamentablemente, la Masiá no tenía habitaciones libres para su gran día.
Ya que, tenía muchas ilusión de disfrutar de esos momentos tan íntimos en una de las habitaciones en este hermoso lugar.
Sin embargo, después de conocer los lugares de la boda. Le propuse que preguntara a la responsable si sería posible maquillarse y vestirse en un salón cercano a la recepción, un espacio apartado y tranquilo que le permitiría vivir esos momentos tan íntimos con calma. Además, este salón tenía un encanto especial, casi como si estuviéramos en un castillo de cuento de hadas, lo que me hizo pensar que sería perfecto para completar el reportaje con fotos llenas de magia.
Dos días después, Ángela me confirmó que la propuesta estaba aceptada y todo quedó resuelto.
Este pequeño imprevisto es un claro ejemplo de lo importante que es el acompañamiento antes del gran día. En esos momentos previos, las decisiones clave pueden marcar la diferencia en el resultado final, y me hizo mucha ilusión poder encontrar una solución que asegurara que los preparativos de Ángela se llevaran a cabo en el lugar más adecuado para ella.
Al final, todo salió a la perfección.
El gran día, comenzamos el reportaje con los preparativos de Ángela en la Masia de Lacy, donde estuvo acompañada por su madre y sus mejores amigas, quienes compartieron con ella esos momentos tan especiales antes del gran compromiso. Entre risas, miradas emocionadas y los últimos retoques, se respiraba una mezcla de nervios y alegría que hacía de cada instante algo único y lleno de ilusión.
La ceremonia, celebrada en la Iglesia de Santa María en Sagunto, fue absolutamente preciosa. Las canciones en directo llenaron el espacio de una atmósfera mágica, y los dos discursos tan emotivos de los mejores amigos de Ángela y Paco añadieron un toque aún más especial a esta ceremonia religiosa. Cada palabra resonaba en el aire con una sinceridad que hacía difícil contener las lágrimas. Fue un momento lleno de significado y amor, grabado para siempre en el corazón de todos los presentes.
Después de la ceremonia, la entrada al cóctel marcó el inicio de la celebración. La Masia de Lacy, con su entorno lleno de jardines, ofreció un contraste espectacular entre la elegancia del lugar y los gritos de «¡Vivan los novios!» que resonaban entre los invitados. Fue un comienzo perfecto para una tarde que prometía emociones y alegría sin fin.
Amistad y diversión. No se me ocurre una mejor manera de definir esta boda. Ángela y Paco son una de esas parejas que inspiran cariño, y eso es exactamente lo que se respiraba en cada rincón de la celebración. Desde la complicidad de los preparativos hasta la energía del cóctel, todo estaba impregnado de esa alegría sincera que solo surge cuando familia y amigos están entregados al cien por cien.
A pesar de ser un gran grupo de personas, el ambiente se sentía íntimo y acogedor, casi como si cada invitado hubiera sido seleccionado cuidadosamente para formar parte de esta historia de amor. La calidez humana se mezcló con la belleza de los lugares elegidos, como la majestuosa Iglesia de Santa María en Sagunto y el encanto único de la Masia de Lacy.
Fue un día perfecto, lleno de amor, risas y momentos que dejaron huella. Las lágrimas de emoción, las miradas cómplices y los abrazos sinceros convirtieron cada instante en un recuerdo imborrable. Aunque la boda se paso en un suspiro, dejo una sensación muy especial de haber vivido momento al máximo.
Un día que no solo quedará grabado en las fotografías, sino también en el corazón de todos los que tuvimos la suerte de estar allí.
¡Y claro, nos quedamos con ganas de más!
Preparativos de la novia: Hotel Masia de Lacy
Ceremonía: Iglesia de Santa María en Sagunto
Celebración: Hotel Masia de Lacy
Música: SWAG
Si te has sentido identificada con la historia de Ángela y Paco, si sueñas con capturar los momentos más especiales de tu boda de una manera auténtica y emotiva, ¡estoy aquí para ayudarte!
Cada pareja tiene su propia esencia, y mi objetivo es inmortalizar esos momentos de una forma natural y llena de emoción.
Si quieres que tu día sea recordado a través de imágenes que hablen de tu historia, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Estaré encantado de ayudarte a que tu boda se convierta en un recuerdo eterno.